El “Doble 7” en China es el símbolo del día del amor. Este símbolo, o propiamente “unión de los dos sietes”, representa al festival de Qixi (“Séptima noche”), que celebra la séptima noche del séptimo mes lunar. Esa noche, todos los años, los míticos amantes celestiales el pastor (la estrella Altair) y la hilandera (la estrella Vega), que han sido condenados a vivir separados para siempre por la Vía Láctea, obtienen permiso para cruzar aquél río celeste (sobre un puente de urracas) y reunirse en su lazo de amor, por una noche. Por eso Qixi, la séptima noche del séptimo mes lunar, se celebra el día de los enamorados en la cultura China

La fecha de Xiqi (séptima noche del séptimo mes lunar) ocurre en China en algún momento de agosto todos los años, pues su primer mes lunar es febrero, por lo que agosto es el séptimo. Pero si en Chile, y en el hemisferio sur en general, queremos coordinarnos de la misma manera como hacen los chinos con el cosmos, nuestro primer mes lunar en realidad es agosto (preámbulo de la primavera) y nuestro séptimo mes lunar resulta ser justamente febrero. Y así podemos reinterpretar desde nuestra perspectiva el festival del “Doble siete” como 7+7 = 14 de nuestro séptimo mes, ¡o el 14 de febrero!, que es precisamente la fecha del día de San Valentín o de los enamorados en occidente.

Esa es por supuesto una aproximación, pues estamos contando los primeros 14 días de nuestro séptimo mes solar de febrero (que es casi fijo), y no del mes lunar de febrero (que es muy variable). ¡Pero igual febrero es febrero, y ambos meses, el lunar y el solar, siempre en parte coinciden, y se trata para nosotros de una hermosa y feliz coincidencia!

Coincidencia que además se repite todos los años y nos beneficia sólo a nosotros en el hemisferio sur, pues en Europa o Estados Unidos, es decir en el hemisferio norte de occidente, tienen los mismos meses lunares que en China, por lo que para ellos la fecha de San Valentín, el 14 de Febrero, no tiene nada que ver con su séptimo mes, ni por el calendario solar ni por el lunar. Por lo tanto es una fecha que no tiene correspondencia ninguna con el festival del “Doble siete” de la cultura china.

Entonces en el hemisferio sur tenemos una doble razón para celebrar el día del amor el 14 de Febrero: lo celebramos “doblemente”, por así decir: como fiesta de San Valentín o día de los enamorados occidental, y como festival de Qixi o “doble siete” o día chino de los enamorados. Em ambos casos pidiéndole a este día – ¡o esta noche! – para los que están felizmente acompañados, que su relación dure largo largo tiempo en alegría y felicidad, y para los que no tienen su pareja aún, que se concrete ese llamado al amor, que esa noche se junten el pastor con su hilandera y consumen el deleitoso encuentro amoroso.

Rito de concordancia aromática con el amor

Como si se fuera hilando al amor, vamos a entretejerlo aromáticamente en el entramado invisible del espacio de su hogar o habitación, visualizando hilos luminosos como señales brillantes que se tejen o anudan, conectando con las 4 direcciones de la rosa de los vientos adentro de su habitación.

Esas cuatro orientaciones de la rosa de los vientos tienen que ser aromáticas, o con humitos de incienso verdadero.

En el ESTE hay que esparcir semillas de anís estrella y/o aroma de anís con menta citrata. En un pote hay que poner el aroma con varillitas de bambú.

Al NORTE poner un corazón con 9 inciensos de sándalo. Y prender el llamado al amor.

Al PONIENTE poner un cojín de seda brillante, ya que la seda toca la piel y acaricia la vida como un cariño de tu futuro. Acompañar con una bolsita de cristal de cuarzo y adentro se escribe una frase con sus deseos con respecto al amor.

Al SUR hay que poner dos saquitos de sal con rosa y una piedra de obsidiana o una piedra de textura rugosa, de color oscuro, con aroma de artemisa, para perder el miedo y entregarse a la posibilidad de que el amor llegará y se mantendrá.

Cada espacio tiene la capacidad de percibir el deseo de su habitante y de forma invisible comparte el sentimiento y la emoción que uno le evoca al realizar el ritual. El Feng Shui tiene la capacidad de estimular y desarrollar la intuición, ayuda a percibir los mensajes sutiles que vibran desde las direcciones y guiarnos hacia dónde ir a mirar y a buscar con alegría y confianza en las redes y urdimbres del cosmos del cual somos parte.

El antifaz de seda

El antifaz de seda o de terciopelo es un símbolo que te ayuda a bajar la acumulación de líquido alrededor de tus ojos. Y analógicamente te permite drenar tus miedos de perder a tu amor, o de no encontrarlo, de quedarse solo o sola. Pues ese miedo produce también hinchazón de tus ojos. El antifaz con su suave peso drena y libera esa congestión, incentivando a mirar en tu interior, como una o visión interior capaz de perfeccionar la búsqueda de unir tu corazón con otro corazón.

El pompón de flor de peonía

Es un accesorio decorativo coqueto y sensual, además de un símbolo de un beso cariñoso para la boca de la puerta de la casa (la puerta principal de la casa o departamento, o de la habitación). Es un llamativo pompón que da la bienvenida al amor. El pompón con su flor de peonía en su corona, y sus contenido de un fragante relleno mágico es de contextura pesada. Su finalidad es que este beso sea largo y duradero y una vez que llegue el amor se quede allí.

El pompón es una analogía del amor, que también se puede ubicar en el día del amor en el costado de su cama para rellenar el vacío de su cama y llamar a la compañía, o debajo de la cama para los que ya están juntos. También se lo ubica en el centro de la mesa, ya que ésta representa la tierra y al estar encima se quedaría allí como un plato sabroso, encantador, e invocador de su amor.

El pompón de peonía atrae la energía de unión amorosa hacia las parejas, y es un llamador del amor, ya que la peonia para la cosmovisión china es el símbolo que atrae y ayuda a encontrar a su pareja.

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¡Feliz día de los enamorados! Febrero: un mes importante para el Feng Shui del amor
Asesorías de Feng Shui del Amor de Sylvia Galleguillos
Feng Shui y el dia de los enamorados 14 de febrero por Sylvia Galleguillos