«Con lo visto esta mañana tan sólo, ya valió la pena este Diplomado…»

Fue una mañana feliz de un día felizmente aprovechado…

Son las 9:15 de la mañana del sábado 26 de marzo de 2011. He llegado temprano, para instalar los equipos audiovisuales en nuestro salón de clases principal. La esperada primera sesión de nuestro Diplomado Profesional 2011 debe comenzar a las 10:00, puntual. Subo al segundo piso, entro al aula principal y me encuentro con alrededor de una docena de personas, mujeres todas, sentaditas en sus taburetes mirando hacia la pizarra de vidrio vacía. Tengo la bizarra sensación de estar irrumpiendo en otra clase, nada que ver con la nuestra y ya hace largo rato empezada…

Ambiente expectante y risueño, comienzo del Diplomado Profesional en Feng Shui 2011

«¿Y ustedes quiénes son?» Pregunto medio en broma medio en serio, sin poder convencerme aún de estar viendo lo que estoy viendo. Sonrisas…

«¿…Alumnas trasnochadoras de algún curso de anoche…?» Risas… comentarios risueños… jovialidad

Cuesta creerlo, pero es así. Faltan aún 3/4 de hora para el comienzo de la sesión inaugural y ya están en la sala, bien instaladas y prontas a empezar, un contigente de alumnas harto mayor del esperado, con varias otras aún matriculándose abajo y otras tantas aún por llegar. A las 10:00 clavadas comenzamos, con 17 personas. A las 10:30, habiendo dejado ya de gotear las últimas rezagadas, llegan a 20. Las físicamente presentes. Y contando a aquellas impedidas de asisir a la primera sesión, pero que ya tienen sus matrículas pagadas, son en total 24.

24 alumnas es el doble de lo anticipado hasta hace tan sólo unos días, cuando empezamos a notar que el interés por nuestro Diplomado venía in crescendo sostenuto. Y es el triple de lo que proyectamos cuando decidimos instalarlo, hace unos tres meses atrás («Aspiremos a empezar con unos 8 alumnos», espléndido número, cargado de significados en Feng Shui, lel número del saber y el conocimiento, nos habíamos dicho entonces…)

Sylvia Galleguillos enseñando en la primera sesión del Diplomado Profesional en Feng Shui 2011

Sylvia Galleguillos enseñando en la primera sesión del Diplomado Profesional en Feng Shui 2011

24: veinticuatro. Número clave en la cosmovisión china. Está en la cifra 二十四山, las «24 montañas», anillo fundamental del compás Luopan. En los 二十四节中气, los «24 nudos del Qi», el anillo raíz del mismo Luopan, que acompasa las acciones humanas con las cadencias naturales del año. En las 12 地支 u horas dobles del reloj chino de 24 horas. En las 二十四 福星, las 24 estrellas de la fortuna, tan importantes en la práctica de Sylvia Galleguillos…

Es como si el cosmos docente hubiera querido sincronizarse especialmente para nosotros con el cosmos clásico chino. Con esa cosmovisión que ya estamos – desde esta misma sesión inaugural – empezando a articular para nuestras 24 flamantes discípulas, partiendo desde palabras inmortales como:

Ambiente distendido, alegre, el deleite de aprender Feng Shui desde sus raíces

Ambiente distendido, alegre, el deleite de aprender Feng Shui desde sus raíces

«Los sabios, al fijar las normas de la convivencia, consideraron al cielo y la tierra como su raíz, a las cuatro estaciones como su manivela, al sol y las estrellas como su reloj, a las lunas como su medida, a los ancestros como sus asociados… a las ceremonias como su instrumento y a los sentimientos humanos como su campo de cultivo…» ( Liji, «Libro de las ceremonias», escuela confuciana, siglo 5 AC).

Y si el cosmos docente y el cosmos clásico chino nos están de este modo dando su espaldarazo, su confianza, llenando nuestra aula del Diplomado Profesional en Feng Shui con el triple de alumnas que las que habíamos anticipado, no nos queda otra que unir humildemente las manos a la altura del plexo solar y bajar el rostro, en una digna reverencia de agradecimiento, mirando hacia el Este – la dirección de los ancestros. Pues aquellos han de estar complacidos con nuestro trabajo, con las décadas de dedicación a aprender directamente desde sus propias fuentes, practicar y difundir de la manera más íntegra posible esta vieja y tan noble sapiencia ancestral.

Y debemos repetir la reverencia después, con la misma humildad, hacia el Sur Oriente, que es la dirección primordial de los estudiantes y discípulos, en nuestro Hemisferio Sur. Pues esas 24 personas, nuestras nuevas alumnas del Diplomado Profesional en Feng Shui que está recién comenzado, venidas de todas partes de Chile, nos han dado también una tremenda demostración de confianza.

Diálogo, intercambio, absorción. La pasión de crecer y saber...

Diálogo, intercambio, absorción. La pasión de crecer y saber…

Como nos dijera una de ellas antes del primer recreo para almorzar de esta primera sesión: «Es tan bonito ésto, que con lo visto esta mañana tan sólo ya valió la pena para mí este Diplomado…». Lindas palabras, que agradecemos. O lo que nos comunica otra de las 24 alumnas por email al día siguiente (muchas gracias por tus palabras, Carola):

«Desde ya les digo que estoy feliz con el diplomado, siento que estoy 100% donde tengo que estar! Con lo que hemos visto hasta ahora, el Feng Shui no sólo será de utilidad en la práctica para sanar espacios con problemas de energía, sino que se basa en conceptos preciosos y muy profundos que son una lección de vida! Muchas gracias nuevamente y los dos son unos súper profes! Cariños,

Carola»

Sylvia Galleguillos enseñando en la primera clase del Diplomado Profesional en Feng Shui

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