La cultura del gesto – signos animales chinos y poses fotográficas en China

Sylvia Galleguillos y Enzo Cozzi en San Tai Si - Dali, Yunnan, abril 2012

Sylvia Galleguillos y Enzo Cozzi en San Tai Si - Dali, Yunnan, abril 2012

Pocas culturas tienen una relación más íntima con la gestualidad que la cultura china, la que puede ser descrita como una exuberante cultura del gesto, como lo demuestra la siguiente experiencia vivida en nuestro último viaje a China de abril y mayo de 2012.

Son las cuatro y media de la tarde, mediados de abril de 2012. Acabamos con Sylvia de abordar el tren que va desde Dali hasta Lijiang en el norte de Yunnan, tras haber pasado unos días colmados de cultura y gastronomía china en la hermosa ciudad antigua de Dali, con sus casas blancas y sus calles perfectamente cuadriculadas. El tren enfila hacia el norte bordeando el pintoresco lago Erhai («Lago oidos» – o «Lago que escucha») y por un largo rato podemos contemplar la ciudad antigua en la otra ribera, perfectamente organizada según los cánones del Feng Shui: se halla emplazada en una suave pendiente, con el lago delante y vertiginosas montañas detrás (primeras estribaciones de los himalayas pues nos hayamos cerca de la frontera con Tibet.

En las laderas de esas montañas se divisa a lo lejos una profusión de templos, la mayoría de ellos budistas, pero también los hay taoístas. El más impresionante es 三台寺 San Tai Si: «Monasterio de las tres pagodas»,budista. Es majestuoso, recién renovado, con tres hermosas pagodas y templo tras templo de una incomparable hermosura. Unas cuatro veces más vasto que el monasterio budista más importante de Beijing, sus templos encaramándose por el cerro. Visitarlo entero a pie toma por lo menos dos horas de constante ascenso por la ladera. Y una hora para bajarla después. La mayoría de sus visitantes lo recorre a bordo de carros eléctricos, pero nosotros dos veníamos de peregrinaje, así que a patita subimos no más, Sylvia quemando inciensos y digitando «malas» en cada templo. Yo pensando y fotografiando. Pero volvamos al tren.

El tren a Lijiang iba repleto, nos hallamos compartiendo un camarote con otras ocho personas, chinos todos. A poco andar, comenzaron a hablar de nosotros entre ellos. El tópico, nuestras edades. A mí me suponían sobre sesenta, a Sylvia la juzgaban bastante más joven. Preocupado por la perspectiva de una prolongada conversación acerca nuestro, con quizá qué incómodos derroteros, decidí romper el anonimato. Riendo y simulando hallarme escandalizado, exclamé en chino que ni yo tenía todavía sesenta ni Sylvia era tanto más joven que yo.

Alentados por mi tono chacotero a superar la (ligera) «plancha» de la situación, la conversación derivó rápidamente hacia el tema de las edades y los signos animales chinos. Sin abandonar el tono alegre y picaresco, pues ese es un tópico que siempre es motivo de humor e ingenio entre ellos. Así, por ejemplo, me sugirieron que no me convenía ser menor de sesenta, pues con sesenta sería signo Dragón, en cambio con menos de sesenta resultaba signo Conejo (imagen ilustrada con los deditos sobre la frente simulando orejas). Y el signo Conejo en su cultura popular tiene fama de frescolín y medio ladrón para sus cosas, fama que, si lo pensamos, no dista mucho de lo que ocurre en la cultura popular occidental. No nos olvidemos de lo que piensa Elmer el Gruñón acerca de Bugs Bunny, el Conejo de la Suerte, ese redomado ladrón de zanahorias.

Pronto pasamos a tomarnos fotos, siempre de manera festiva y revoltosa, y a conversar acerca del – para nosotros exquisito – exuberante lenguaje gestual de los chinos, sobre todo de la gente más joven, que pocas veces se toman fotos «serias» o en poses «neutras». Siempre les añaden un gesto, adoptan una pose. Y en su conversación además van siempre ilustrando lo que dicen con una rica terminología gestual, tan gráfica como elegante. Así nos demostraron sus gestos o poses para los signos animales chinos: cuatro dedos erguidos como orejas para el conejo, los puños cerrados delante de la cara como manitos de gato para el tigre, cuatro dedos en formas de «V» a ambos lados de la nariz simulando bigotes para el ratón, etc…

De ese modo conocimos a Alice y Gemma, los nombres ingleses de una joven ingeniero comercial y su suegra médico cirujano, ambas de Beijing, que andaban como nosotros de paseo por Yunnan, y con quienes compartimos después el taxi al hotel y anduvimos al día siguiente de paseo matinal por Lijiang. Una nueva amistad trabada en un tren, fuente de alegres e interesantes conversaciones y, especialmente para nosotros, motivo también de mucho aprendizaje y de novedosas reflexiones acerca de la asombrosa cultura popular china y su gestualidad.

Sylvia con Alice y Gemma, nuestras dos amigas chinas en Lijiang, Yunnan - abril 2012

Sylvia con Alice y Gemma, nuestras dos amigas chinas en Lijiang, Yunnan - abril 2012

2 comentarios en “La cultura del gesto – signos animales chinos y poses fotográficas en China

  1. Que linda la historia Enzo. Me dan ganas de volver a ir a China con ustedes, ya que los lugares que tú y Sylvia conocen son tan distintos a lo que muestra el normal de los tour. Ojala se planifique tro viaje, si es asi ya tienen una integrante.
    Saludos.
    Lorena Catalan E.

  2. Que lindos salen en la foto me encanta ,no puedo no imajinarme los lugares y la situacion es una sensacio de estar con ustedes con tanta vivencia y mirar tantos lugares sagrados y templos taoistas ,que me encantaria poder visitar .
    Yo estoy lista cuando ustedes me dijan yo me incribo para el viaje a china.
    Un gran abrazo.
    Jacqueline Ubilla SM

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